Marcelo Bielsa, rosarino y “leproso” empedernido, despierta amores y odios por igual entre profesionales y aficionados al fútbol.
Discretísimo defensor de Newell´s, Instituto de Córdoba y Argentino de Rosario, su carrera de futbolista duró 4 años, y luego se preparó para dirigir, se dedicó a buscar y formar jóvenes futbolistas hasta que su amado club, Newell´s le dio la posibilidad de dirigir al equipo de primera, al que sacó campeón en 1991 y 1992.
También dirigió a Vélez en Argentina, en México al Atlas y al América, en España al Espanyol de Barcelona y a la selección chilena, en la eliminatorias y Mundial 2010.
En la selección Argentina dirigió desde 1999 hasta 2004.
En el mundial Corea-Japón 2002, ocurrió la peor de sus historias: quedó eliminado en la primera fase del Mundial, hecho que lo marcaría para toda su vida.
Entre tantas cosas que ha dicho, Don Marcelo, rescatamos éstas para conocerlo un poco más:
"El mayor éxito de mi carrera ha sido que se me confirmara como técnico de Argentina, porque ha sido un reconocimiento a mi fracaso", luego de la eliminación en Corea-Japón 2002.
"¿Por qué le voy a dar una entrevista a un tipo poderoso y se la voy a negar a un pequeño reportero de provincias? ¿Por qué voy a acudir a una emisora líder cada vez que me llame y en cambio jamás a una pequeña radio del interior? ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso es ventajismo."
"Yo me muero después de cada derrota. La semana siguiente es un infierno, no puedo jugar con mi hija, no puedo ir a comer con mis amigos. es como si no mereciera esas alegrías cotidianas. Me siento inhibido para la felicidad por 7 días"
"Lo fundamental es ocupar bien la cancha, tener un conjunto ‘corto’, que tenga a su defensa y su delantera separadas por no más de 25 metros, y que no tengamos gente en la defensa ocupada en la marca de alguien inexistente."
"Hay que dar a quien no conozcas y no porque te obliguen. Si alguien necesita algo, dáselo. Dar sin mirar a quién. Si vas por la calle y ves que alguien necesita algo, dáselo. Ahí lo material pasa a ser afectivo".
“Si tendría que decir en que se diferencian (chileno y argentino), tendría que resaltar un aspecto de la forma de ser de los argentinos que es muy negativo, pero que nos ha permitido destacar en el deporte. El argentino esta más dispuesto a burlarse del derrotado que a disfrutar por haber ganado. Eso no es bueno, uno hace deporte primero para la salud física, y luego con el objetivo de que te produzca alegría ganar.”
“Denle ese mensaje a la gente, a los ignorantes díganle: el que pierde es un inútil, porque así está planteado.”
"Siento una gran atracción por las hinchadas. Me enojo cuando voy a la cancha con gente que no me ayuda a descifrar los cantitos."
"En las prácticas le lanzamos 220 centros a un tipo... Si se borra de picar en una de esas 220, lo corrijo. En esa pelota nos quitó el triunfo y la gloria, que para mí es mucho más movilizadora que el dinero”.
"Entiendo la rebeldía del que no juega, les duele no jugar. Lo que no perdono, es el que deja de luchar..."
"Hay que ser muy cuidadoso con eso de mandar al área rival. Si yo le pongo cinco delanteros, el rival se va a defender con seis. Y sin espacios, los que sacan ventajas son los que defienden, claro".
"Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste".
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